Si, en algún momento todos nos sentimos así. Decaídos, ensimismados, ausentes... Solos. Todos sentimos la necesidad de crear una burbuja perfecta de felicidad donde sentirnos protegidos, donde nadie pueda hacernos más daño, sí, donde no quepa el dolor, ni la insuficiencia, ni la soledad. Pero todo acaba cuando aparece alguien y explota la burbuja, haciéndote caer de nuevo en la inmensidad de tus miedos. La soledad es el sentimiento más frágil y agonioso jamás sentido, un puñal clavado en el pecho en todo momento. Sabes que te falta algo, quizá apoyo, quizá un abrazo, quizá una simple y sencilla muestra de afecto que te haga sentir que de verdad tienes lugar en este mundo. Pero nadie parece darse cuenta de cómo te sientes. Quizá el encerrarte en tu habitación y no salir más que para satisfacer tus necesidades vitales es una simple manifestación de tu sufrimiento. Te sientes solo y, por tanto, necesitas estarlo. Y después la gente que te rodea no tiene más absurda explicación que "Debe de estar madurando". No, no estoy madurando. O tal vez sí, pero madurando o no necesito tu apoyo igualmente, ¿entiendes?. Porque se supone que para eso estás aquí, conmigo. Se supone que me quieres y que debes demostrarlo. Pero no lo haces, que va. No entiendes nada, ¿verdad?. Necesitas un maldito manual para saber cómo quererme. Pues, o no es el manual correcto o, no sabes usarlo. El estar encerrada en mi habitación y vestirme de negro no es que me haya vuelto "satánica", como tú dices, ¿sabes?. Simplemente me gusta el negro y paso las horas encerrada en mi habitación para no tener que poner otra sonrisa falsa de tu agrado. Sí, daría lo que fuera por que volvieras a ser la persona que eras antes. La persona perfecta, agradable y afectuosa de antes. La que demostraba que me quería. A la que se lo contaba todo. La que iba a ver mis representaciones escolares y sabía cuáles eran mis aficiones. ¿Sabes que me gusta escribir? Y, ¿sabes acaso que adoro leer, o que me vuelve loca el baile? Sí, el baile. He hecho montones de representaciones delante de cientos de personas en un escenario y tú no has estado en ninguna de ellas. Porque no me conoces. Y no me veo capaz de querer como quería antes a una persona que no me reconoce, como tampoco lo que soy. Porque sí, te quiero, ¿cómo no iba a quererte, joder? Has estado siempre en mi vida y es algo natural. Pero tus "Te quiero" ya no me suenan convincentes, y mis "Y yo a ti" todavía menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario