AEEPDLM
Existe un lugar distinto a cualquier otro, un país de maravillas, de misterios y de peligros. Dicen que para sobrevivir en él hay que estar tan loco como un sombrerero. Por suerte... Yo lo estoy.
lunes, 29 de marzo de 2010
Elixir.
¿Sabes? Sentir tu piel era la mejor caricia que podía haber sentido hace días. Días en los que me parecías irreal, único y embriagador. Embriagador, al igual que tu aroma, tu sentir y tu voz borbotando en risa. Carecía de importancia todo aquello que me rodeaba, todo aquello que no tuviera que ver con tu persona. Aquello que no conocía la verdad de tus ojos, como tampoco el elixir que escondían tus labios... Dulces y mortecinos. Mi vida se basaba en sentirte, en respirarte, en escucharte, en emborracharme de cada parte de tí hasta que mi cuerpo no lo soportara más. Nunca supe qué se sentía al estar enamorado, y tampoco sé si lo que me hacías sentir era algo parecido a eso. Ni siquiera estoy segura de no haber estado obsesionada con tu calor, porque de hecho, era más que realidad. Sentirte ha sido el elixir de mi agonía.
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