AEEPDLM
Existe un lugar distinto a cualquier otro, un país de maravillas, de misterios y de peligros. Dicen que para sobrevivir en él hay que estar tan loco como un sombrerero. Por suerte... Yo lo estoy.
martes, 2 de marzo de 2010
Adolescencia dura? Lo sé.
Dicen que nada de esto es fácil. Puede que finalmente sea cierto aquello de que la adolescencia duele. Duele en sentido psicológico, en sentido real. Crees estar enamorada del primer tío que te dice te quiero, tus sentimientos están a flor de piel y sobretodo pasas de problemas con los demás, pero estos acaban apareciendo sí o sí. No era como creías, ¿eh? No todo es felicidad y risas por todas partes. Tu vida se encamina en ese momento. Tu futuro se elije desde el momento en el que entras en la adolescencia. Te marca el destino, y... Si no haces lo correcto todo acaba pasando factura. Todo. Tus padres se han vuelto de repente demasiado protectores y pesados. Te exigen mucho, te prohíben aún más, y lo único que quieres es perderles de vista todo el tiempo posible. ¿Qué se supone que debemos hacer, entonces? No podemos dejar de sentir lo que sentimos, porque se trata de eso. Sólo sentimos. Ni pensamos ni actuamos. Simplemente hacemos lo que queremos, y si no lo conseguimos, o bien lloramos o bien nos esforzamos hasta el punto de acabar agotados y llorar igualmente. Nada de lo que habías pensado, nada de lo que habías estado planeando durante tantos y tantos años de infancia se hace posible... Todos aquellos planes de futuro y todas aquellas cosas tan maravillosas han desaparecido y te has topado con una pared enorme llamada realidad. ¿Acaso crees que pidiéndole un deseo a una estrella podías conseguir una mansión con cuatro perros enormes? ¿Acaso creíste que lo único que debías hacer era portarte bien en clase y comerte todas las verduras en casa? No tenías ni idea. No tenías ni la más mínima idea de lo que se te venía encima, y ahora que lo sabes... Lo único que deseas es que desaparezca de ahí y que aquella estrella ante la que tantos deseos habías pronunciado aparezca de nuevo y lo arregle todo otra vez. Pero la estrella ya no aparecerá. Ya no está ahí, y tampoco volverá a aparecer. Estás solo ante el mundo. No existen los milagros y mucho menos las hadas madrinas que te ayuden con su varita mágica. Nada te sacará de los problemas en los que te hayas metido. Nadie vendrá a ti y secará tus lágrimas con un pedazo de cielo. Te encontrarás sola, en tu habitación, escuchando música hasta que tus padres te echen la bronca, estudiando hasta que te salgan canas del estrés, deseando volver a aquellos días de barcos piratas y princesas de ensueño. Cometerás errores, y después... Después creerás ser la persona más feliz del mundo por haber encontrado al chico perfecto. Bailarás toda la noche en tu habitación pensando en él, en su maravillosa sonrisa y en cómo sus ojos te miraban a cada instante. Te entregarás a él y jurarás que es el amor de tu vida. Pero, como en una horrible historia de miedo todo eso desaparecerá y el chico habrá abandonado tu lado. Te derrumbarás, llorarás, no saldrás de casa. Quilos de chocolate te esperarán ansiosos en la nevera. Nada hará efecto en tu desesperado intento de recuperarte, sólo el tiempo. Y si realmente eres desafortunada, el tiempo tampoco ayudará. ¿Crees que tu mundo se acaba aquí? ¿Crees que todo lo que te ocurre es merecido y que de verdad eres la persona que más está sufriendo en ese momento en toda la faz de la Tierra? Pues entonces calla. Porque te recuperarás y de nuevo volverás a encontrarte con otro obstáculo. ¡Porque la vida se basa en eso! ¡Vivir es superar una estúpida y jodida carrera de obstáculos! Así que callarás y llorarás. En eso se basa la adolescencia. Momentos breves de felicidad, momentos eternos de dolor. ¿Realmente estás preparada para adentrarte en el mundo de la adolescencia? ¿En serio crees que nada de esto te ocurrirá? Entonces suerte, porque será lo único que necesitarás en tu camino hacia el mundo real. Cuando te topes con aquella pared ya nombrada, sí, la realidad, entonces podrás venir y decirme realmente que nada de esto es como te lo explico. Entonces podrás desmentir con tus propias palabras que la adolescencia no es jodida. Suerte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No estas sola. La única constante en tu vida,si todo va bien, sere yo. Puedes confiar en mi hasta que seas lo suficientemente fuerte para seguir tu camino tu sola, y aún asi, yo siempre estare a tu lado. No tengas miedo,la vida es maravillosa y todo esto pasara. Confía.
ResponderEliminarme encanta este texto *-*
ResponderEliminarBea,sigue escribiendo,porque eres la mejooor :)
att:ana ferrutja :D