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viernes, 31 de diciembre de 2010
365

lunes, 13 de diciembre de 2010
Ahora que no estás.
Soledad indecente. Cúmulo de sensaciones. Tú, el cielo.
Todo es extraño, desconocido.
Me veo en todas partes pero no pertenezco a ninguna.
El tiempo pasa orgulloso de sus hazañas, sin conciencia. Sin saberla.
Y yo sigo llorando, añorando unos brazos que no retornan nunca.
Allí donde brillan las estrellas, allí donde la visión se nos escapa. Ella, el cielo.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
martes, 7 de diciembre de 2010
Deep in my soul
That love never lasts
And we've got to find other ways
To make it alone
Keep a straight face
And I've always lived like this
Keeping a comfortable, distance
And up until now
I had sworn to myself that I'm
Content with loneliness
Because none of it was ever worth the risk.
domingo, 5 de diciembre de 2010
Pequeña parte del mundo.
Lorena miró al cielo, justo en el momento en que empezaban a caer las primeras motitas de nieve. Sonrió, maravillada, alargó los brazos a ambos lados y empezó a girar sobre sí misma, sintiendo cómo la nieve mojaba su cara. El invierno ya estaba aquí, helado, deslumbrante, frío, maravillosamente perfecto. Y eso le encantaba, se apoderaba de ella una sensación de felicidad inmensa, tan grande como cuando llegaba la primavera, el invierno, o incluso el otoño. Lorena era feliz, y todos lo sabían.
14 de Febrero, invierno, nieve, felicidad y un Sol resplandeciente. Lore corriendo por las calles vacías de la ciudad, que poco a poco se llenaban de personas y que, al igual que ella, disfrutaban de aquel regalo invernal. Los vecinos la miraban, sonrientes, acostumbrados a verla reír sin parar y sin importarle todo lo demás.
Ella corría, sonreía, reía, y corría más. Todavía más. Sabía a dónde se dirigía. Quería llegar allí cuanto antes, al mismo tiempo que la nieve, deseaba ser su regalo invernal.
A lo lejos, su pequeña casita roja, acojedoramente familiar empezaba a saborear la nieve, aportando felicidad al paisaje, aportando felicidad al ambiente, a ella. Su pelo estaba ya mojado y sus manos entumecidas. Le encantaba. Saltó hacia la puerta y la golpeó impacientemente con los nudillos. Tenía la nariz helada.
Alguien se acercó a la puerta. Él, perfectamente despeinado y adormilado, con una maravillosa sonrisa enamorada en la cara al verla y esa barba de tres días que tantísimo le gustaba a ella. Sus ojos verdes resplandecieron al contemplar el exterior. Se apresuró a abrir la puerta y miró maravillado a su alrededor. La nieve espolvoreaba las calles de blanco como en un sueño, y ella estaba plantada en mitad de él, tan preciosa como siempre, tal y como la amaba.
- Feliz San Valentín- Dijo con la voz agitada y la mejor de sus sonrisas emocionadas en la cara- El mundo no estaba a la venta, espero que te conformes con una pequeña parte del él.
Él sonrió, extasiado, se abalanzó sobre ella y la atrapó entre sus brazos, inundándola de besos. Nunca había amado tanto a alguien, y Lorena nunca sería alguien, siempre lo sería todo.
sábado, 4 de diciembre de 2010
Nunca. Palabras mayores.
¿Cómo hacer la promesa de no cometer nunca un error? ¿Cómo darle la espalda a la tentación, al fallo, a la posibilidad de aprender de tu error?
Cabe la posibilidad de que ocurra lo menos esperado.
¿Y qué si quiero creer en ello? No puedo imaginar un mundo en el que no estés. Pero sé que la promesa de no separarnos nunca no es real, la veo día a día en cómo actúas. Y sé que no podrás mantenerla. Y sé que tendré que aceptar que después de todo este tiempo esto acabe.
Mientras tanto, seguiré derramando lágrimas en soledad, mirándote a escondidas, soñando en aquel futuro eterno que desde luego no es real.
This is critical, yeah…
So stuck on you.
lunes, 4 de octubre de 2010
sábado, 2 de octubre de 2010
Y todo volverá.
sábado, 10 de abril de 2010
#4
Si, en algún momento todos nos sentimos así. Decaídos, ensimismados, ausentes... Solos. Todos sentimos la necesidad de crear una burbuja perfecta de felicidad donde sentirnos protegidos, donde nadie pueda hacernos más daño, sí, donde no quepa el dolor, ni la insuficiencia, ni la soledad. Pero todo acaba cuando aparece alguien y explota la burbuja, haciéndote caer de nuevo en la inmensidad de tus miedos. La soledad es el sentimiento más frágil y agonioso jamás sentido, un puñal clavado en el pecho en todo momento. Sabes que te falta algo, quizá apoyo, quizá un abrazo, quizá una simple y sencilla muestra de afecto que te haga sentir que de verdad tienes lugar en este mundo. Pero nadie parece darse cuenta de cómo te sientes. Quizá el encerrarte en tu habitación y no salir más que para satisfacer tus necesidades vitales es una simple manifestación de tu sufrimiento. Te sientes solo y, por tanto, necesitas estarlo. Y después la gente que te rodea no tiene más absurda explicación que "Debe de estar madurando". No, no estoy madurando. O tal vez sí, pero madurando o no necesito tu apoyo igualmente, ¿entiendes?. Porque se supone que para eso estás aquí, conmigo. Se supone que me quieres y que debes demostrarlo. Pero no lo haces, que va. No entiendes nada, ¿verdad?. Necesitas un maldito manual para saber cómo quererme. Pues, o no es el manual correcto o, no sabes usarlo. El estar encerrada en mi habitación y vestirme de negro no es que me haya vuelto "satánica", como tú dices, ¿sabes?. Simplemente me gusta el negro y paso las horas encerrada en mi habitación para no tener que poner otra sonrisa falsa de tu agrado. Sí, daría lo que fuera por que volvieras a ser la persona que eras antes. La persona perfecta, agradable y afectuosa de antes. La que demostraba que me quería. A la que se lo contaba todo. La que iba a ver mis representaciones escolares y sabía cuáles eran mis aficiones. ¿Sabes que me gusta escribir? Y, ¿sabes acaso que adoro leer, o que me vuelve loca el baile? Sí, el baile. He hecho montones de representaciones delante de cientos de personas en un escenario y tú no has estado en ninguna de ellas. Porque no me conoces. Y no me veo capaz de querer como quería antes a una persona que no me reconoce, como tampoco lo que soy. Porque sí, te quiero, ¿cómo no iba a quererte, joder? Has estado siempre en mi vida y es algo natural. Pero tus "Te quiero" ya no me suenan convincentes, y mis "Y yo a ti" todavía menos.
sábado, 3 de abril de 2010
#3
Después de todo, después de hacerme tanto daño y después de tantos años a tu lado no puedo olvidar lo que pasó y tampoco puedo hacer que me seas indiferente. Porque en el fondo, te quiero. Te quiero muchísimo. Eres mi mejor amigo, lo sabes... Siempre lo serás. Por mucho que te haya dicho, por mucho daño que me hayas hecho, no dejaré de quererte. Me gustaría que nada de lo que pasó hubiera pasado. Que no hubieras hecho nunca lo que hiciste. Que siguieras siendo tal y como eras conmigo... El mejor. Sencillamente mi mejor amigo. Te quiero, ahora y siempre, aunque ya no vayas a oírlo más. Porque me has olvidado, porque yo te obligué, no te perdoné, no quise verte, ni hablarte, ni oírte. Quería que desaparecieras y ahora en cambio me duele la distancia. No, no te olvidaré, porque no recuerdo mi infancia sin ti.
Te quiero.
lunes, 29 de marzo de 2010
Elixir.
martes, 23 de marzo de 2010
#2
lunes, 22 de marzo de 2010
#1
lunes, 8 de marzo de 2010
Sencillamente no puedo más.
Miénteme una vez más, sólo una más. Volverás a darte cuenta de lo que sientes. No intentes evitar algo que está ahí permanentemente, o dolerá más. Y, ¿sabes por qué razón lo sé?... Porque he pasado por todo esto y sigo sufriendo por ello. Ya no sirve de nada convencerme de que olvidarte será fácil, porque ahora estoy segura de que nunca lo ha sido.
domingo, 7 de marzo de 2010
Real?
sábado, 6 de marzo de 2010
Rabia
Te odio, odio lo que me haces sentir, odio quererte cuando más te alejas, odio pensar en ti incluso cuando no estoy contigo. Y odio convertirme en una de esas personas que buscan gente para compartir sus besos simplemente para olvidar a aquellas personas que nos hacen sentir mal, aquellas personas a las que tanto odio tenía hace tan sólo unas semanas. Pero tú me has convertido en lo que soy ahora, y ni siquiera sé qué estoy haciendo con mi vida. No tengo rumbo alguno. Me he dado cuenta tarde, sí, pero también a tiempo para no cometer el mismo error que aquellas personas y sucumbir a los encantos del primero que se pase por mi vida y llame a mi puerta. No la abriré, al menos no ahora que me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Estoy rompiendo las reglas sin compasión alguna. Yo, la chica dulce, buena e inocente es ahora aquella tía buena que está libre. Mierda. No sé en qué me he convertido. Quizá sea hora de dejar a un lado el amor por ahora y tomarme tiempo para las cosas que realmente importan, para decidir mi futuro, para mejorar mi relación de amistad, para morir triste y sola en mi lúgubre habitación, enchufada día y noche a la adictiva red de comunicaciones, Internet. Si, tal vez todo eso sea lo mejor. Pero tampoco soy tan valiente como para hacerlo.
No me entiendo ni a mí misma. Te deseo muchísimo. Incluso ocupas mis sueños día sí y noche también. Ocupas mi mente a cada segundo del día y me jode como nunca lo había hecho. Ni siquiera he sido capaz de olvidarte, en dos malditos años. Sí. Siempre has utilizado el mismo jueguecito. Primero me quieres, y cuando yo lo hago también, te entra el miedo y entonces dices que no lo sabes. Ya, ¿pues sabes qué? No estaré esperándote eternamente y mucho menos sucumbiré a ti con falsas historias. Provocas mucho en mí, y por mucho que me duela soy demasiado débil para dejarte ir. No quiero que salgas de mi vida.. Sueño con que vivas en ella siempre. Sueño con tus labios, sueño con tus brazos, sueño con tus caricias y tus susurros en mi oído. Sueño con que pase este sufrimiento y vengas a buscarme. Porque finalmente sé que estoy hecha para ti, al igual que lo sabe el mundo entero. Menos tú, claro. No te das cuenta de nada. Crees que esto es un simple juego, pero a ti te encanta, ¿no?. Disfrutas jugando con las personas, disfrutas manejando sus opiniones.. Pero no te das cuenta de que al mismo tiempo manejas sus sentimientos y los llevas al sufrimiento. No, ya no sé quién eres. Ni qué estás haciendo con tu vida, tampoco con la mía. No sé qué pasa por tu cabeza ahora mismo, y pagaría por escucharlo. Pero no tiene precio. Porque eres idiota. Eres un estúpido niñato que juega conmigo. ¿Es que no te das cuenta de lo que haces? Ni siquiera reconoces a tu mejor amigo .Simplemente le dedicas más tiempo a la chica que le ha roto el corazón hace menos de tres días, y no a estar a su lado y apoyarle. No creo que sepas lo que haces. Eres la persona más indecisa que conozco por el momento en la faz de la Tierra. Todo lo que siento es rabia, rabia y ganas inmensas de llamarte y contarte que estoy muriendo sin tus llamadas, que muero por verte otra vez.. Que muero porque vuelvas a decir esa frase, esas dos palabras, esas ocho letras.